El trabajo ocupa una parte muy importante de tu vida y de tu día… ¡Al menos una tercera parte de tu tiempo! Puede ser una fuente de gran satisfacción o una eterna frustración… mejor que sea la primera. En caso contrario, toma conciencia  y, ¡ponte en marcha!

Si llevas tiempo en un trabajo insatisfactorio que no te aporta nada más que un suelo y quieres pero  no ves cómo salir de allí,  sabrás de qué te estoy hablando… Es muy frustrante y doloroso.

Te sientes atascada y aunque has pensado muchas veces en dejarlo, te pueden los miedos y las dudas de si podrás encontrar otro trabajo que te guste o incluso tener éxito creando tu propio proyecto.

Te sientes atrapada por un lado, pero sin energía e ilusión para moverte de dónde estás… ¿Qué puedes hacer?

 

1)Toma conciencia: dónde estás, la causa y las consecuencias.

Sí, estás en un trabajo insatisfactorio. Te arrastras a la oficina cada día. Y miras el reloj varias veces durante el día pensando en la hora de salir. Deseas que llegue el fin de semana para desconectar.

Hay que ser valiente para aceptar la verdad. Muchas veces huimos de ella, cerramos los ojos… pero la verdad tiene la capacidad de flotar y acaba saliendo aunque lo queramos evitar.

¿Qué es lo que hace que este trabajo sea insatisfactorio?  Ve a la raíz del asunto.

No sientes que estés utilizando tu potencial, no te sientes bien remunerada, es muy repetitivo, hay un mal ambiente entre los compañeros, no está alineado con tus valores, son demasiadas horas, sientes que no hay crecimiento, etc.

Una vez que ves la causa puedes empezar a pensar en soluciones.

Aquí es importante también que tomes conciencia de las consecuencias que tiene estar en un trabajo insatisfactorio. ¿Cómo te sientes? ¿Cómo te afecta a corto plazo? ¿Cómo te afecta al resto de áreas de tu vida? Si continúas sin hacer nada para solucionarlo, ¿cuáles serán las consecuencias a largo plazo?

Tu frustración y descontento irá en aumento, pierdes el interés y la motivación, te mina tu autoestima, tus capacidades se “oxidarán” por no usarlas,  tienes más conflictos con tu pareja, no puedes llevar el estilo de vida que quieres, etc etc…

 

2)Explora opciones.

¿Cómo puedes mejorar este aspecto de tu trabajo que crea tu insatisfacción?  ¿O tienes que plantearte un salto más grande?

Empieza pensando en los pequeños pasos que puedes dar, hasta los más grandes.

Si por ejemplo, es un tema de estar poco remunerada, ¿puedes pedir un aumento de sueldo? ¿Puedes cambiarte a otro departamento mejor remunerado? ¿Puedes asumir nuevas funciones? ¿O quieres dar un salto más grande y buscar trabajo en otra empresa? ¿O plantearte empezar tu propio proyecto en paralelo? Piensa en grande y actúa paso a paso.

Márcate un objetivo y  a partir de allí ves dando pasos.

Una vez que sabes qué quieres lograr es más fácil enfocarte.

 

3) Ilusiónate.

Recupera la ilusión y la energía. Créete que es posible. Habla con personas que se hayan enfrentado a cambios similares y averigua cómo lo han hecho y mira qué lecciones puedes aplicar tú. ¿Cómo gestionaron el cambio? ¿Cómo consiguieron su nuevo trabajo? A través de webs, contactos, …. Comparte tu objetivo con personas optimistas que saben que te van a apoyar y a ser aliados en tu proceso de cambio.

Estar en un trabajo que no te gusta  es muy drenante así que para compensarlo practica aquellas actividades que te dan satisfacción y te suben la energía… deporte, bailar, yoga, quedar con amigos, etc…

 

4)Mentalidad adecuada.

Mira qué creencias limitantes te han impedido hasta ahora hacer  este cambio. Tal vez siempre has oído que el trabajo sólo es deber y no tiene por qué ser  placer. Que hay que ganarse el trabajo “con el sudor de la frente”. O que ahora hay crisis y no hay oportunidades. Transforma estos pensamientos de escasez en otros de abundancia.  En el mundo hay mucho dolor pero también mucha felicidad. Aquello en lo que te enfocas se expande. Puestos a elegir, mira la abundancia del mundo y ésta se expandirá. Empieza por ejemplo cultivando la gratitud.

Igualmente contigo misma: creer que no puedes o que no sabes lo suficiente para hacer el cambio, te paralizará. Así que revisa el concepto que tienes de ti. Seguramente estás siendo muy dura contigo misma. Empieza por hacer una lista de tus logros y reconocer tus capacidades.

Además, mientras tiene lugar el cambio,  para no volverte demasiado negativa, enfócate en los aspectos positivos de tu trabajo. En lugar de verlo como una cruz,  te ayudará a estar más en paz mirar los aspectos positivos: te permite mantenerte y llegar hasta el próximo trabajo o construir tu propio negocio mientras trabajas,  te permite viajar, etc.

 

5) Acción.

Hazte una hoja de ruta para llegar a tu objetivo, un esquema sencillo, y cuélgalo en un lugar visible. Pon en tu agenda las tareas, y pasa a la acción.  Un paso te llevará a otro, la intención en sí es ya una herramienta muy potente. Verás como empiezan a abrirse puertas y a surgir oportunidades.

¿En qué situación te encuentras? ¿Qué te ha resonado más? ¡Compártelo y aplícalo ya! Sin acción no hay resultados.

 

 

PS:

 

*Si te ha gustado este artículo, te animo a compartirlo a quien le pueda ayudar….

** Y si aún no lo has hecho, puedes descargarte “Las 9 claves para conquistar tus sueños”, y así a suscribirte a la newsletter para poder recibir los artículos directamente a tu buzón de correo… ¡Te espero!