Tal vez hayas pensado alguna vez la de cosas que podrías hacer si tu estado emocional mejorara, si te sintieras mejor…  Pero te ha parecido que poco tenías que hacer: aceptar tus emociones y esperar a que pase  la ola.

Así pensaba yo siempre, con cierta resignación… “es lo que hay… eres  muy emocional y aguántate”.

En parte es así y en parte no.

… A medida que entiendo mejor cómo funciona la mente, veo que estar equilibrada y sentirme bien es, en parte, un entrenamiento. 

Si eres tu estado emocional te llevan de cabeza, sigue leyendo porque tal vez encuentres algunas claves que te ayudarán a gestionarte mejor…

Nuestras decisiones son emocionales con lo cual tener un mejor estado emocional te llevará a tomar mejores decisiones.  Y por tanto, mejores acciones y resultados.

Cuando tengas un estado emocional bajo, te invito a tomar conciencia de estos tres factores: ¿En qué te estás enfocando? ¿Qué significado le das? ¿Cómo está tu cuerpo?

A través de éstos, podrás transformar la manera en la que te sientes.  A este triángulo el gran gurú del coaching, Tonny Robbins, le llamó  triada (A través de Tino Fernández estoy sumergiéndome en el coaching estratégico)

 

Enfoque

¿A qué le estás prestando atención?

Es distinta la emoción que generas si:

– Miras al pasado, al presente o al futuro

-Te enfocas en lo bueno o en lo malo de una situación….

-Si te fijas en los defectos o en las virtudes de una persona…

-Si pones atención a tus éxitos o tus fracasos…A lo que haces bien, o a lo que haces mal…

-Te centras en el problema o en la solución… Si ves el riesgo o la oportunidad

¿Sientes lo transformador que puede ser el foco  de tu atención?

 

Lenguaje

¿Qué etiqueta le estás poniendo?

Las palabras ponen nombre a la experiencia.

No te sientes igual si llamas a una experiencia  un fracaso que un aprendizaje

No es lo mismo estar triste que desenfocado…  Tener por delante un reto que tener un problema… Estar viviendo una época difícil que desafiante

¿Te das cuenta del poder de las palabras? Cada una evoca un estado emocional distinto.

 

Corporalidad

La corporalidad o  la fisiología.

¿Cómo está tu cuerpo?  ¿Cómo es tu postura? ¿Y tu respiración? ¿Qué me dices de tu expresión facial?

A veces basta con que des un par de saltos,  que hagas unas respiraciones profundas o que sonrías (incluso sin ganas) para que cambie tu estado emocional…  ¡Haz la prueba!

De hecho, a través del cuerpo es cómo puedes cambiar más rápido tu estado emocional… Digamos que es más accesible cambiar tu cuerpo porque transformar tu lenguaje o tu enfoque lleva más tiempo, conciencia y disciplina.

 

A mi conocer esta triada (enfoque, lenguaje, emoción) me ha dado una llave para sentir que tengo capacidad para influenciar mi estado emocional… Ya no soy víctima de mi estado sino que tengo una herramienta que me ayuda a transformarlo.

….

 

¿Qué emociones predominan en tu vida? ¿En qué te enfocas? ¿Qué significado le das? ¿Cómo está tu cuerpo?  ¿Qué emociones te gustaría experimentar más a menudo?

Te animo a compartir a continuación de qué has tomado conciencia y qué puedes aplicar en tu día a día.

 

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