En un post anterior te hablaba del concepto de los estados mentales que aprendí en el coaching estratégico. En breve son 3: la víctima (culpa y crea historias), el avestruz (optimista y muy procrastinadora) y el guerrero/a (comprometido y luchador).
Hoy hablando con otra emprendedora en una sesión de exploración, he tomado aún más conciencia de su vital importancia.
Por eso gustaría profundizar acerca del estado guerrero y lo que significa a nivel práctico.
Porque si quieres lograr tus objetivos, tienes que despertar la guerrera que hay en ti. Es una de las claves.
La primera pregunta que te suele hacer un coach es: “¿qué quieres lograr?”
Paralelamente, también hay una pregunta esencial: ¿quién tienes que ser para lograr este objetivo?
Digamos que entre la situación actual (presente) y la deseada (objetivo) tiene que haber un proceso de crecimiento que te va a llevar a ser la persona capaz de lograr y sostener ese objetivo…. Vaya que el “ser” te va a llevar al “tener” (y no al revés).
Este crecimiento supone pasar por la incomodidad de salir de tu zona de confort, vencer creencias limitantes y superar ciertos miedos… Todo ello para que puedas convertirte en ese quién. Como un diamante en bruto que se tiene que tallar.
Y para pasar por esta incomodidad y hacer todo lo que toca sin echarte atrás es muy importante adoptar este estado de guerrero.
Aunque el término “guerrero” me suena un poco bélico me gusta usarlo porque es una metáfora muy ilustrativa (Si no, a veces también se hablaba de ser proactivo –o el contrario, reactivo).
Cuando quieres conseguir un objetivo, y especialmente cuando eres emprendedor y estás empezando, todas las acciones dependen de ti. No tienes ni un jefe que te mande ni un equipo al que delegar. Es importante adoptar este estado guerrero.
Para ello, es importante que pienses, hables y actúes como tal. Coherencia.
Y, a nivel práctico, ¿qué supone?
Es muy fácil: analiza cuál es tu actitud de aquellas áreas de tu vida que funcionan bien (salud, pareja, finanzas, etc) o busca ejemplos del pasado donde lograste algo que deseabas de corazón… ¡Allí había una guerrera!
Tomar conciencia es el primer paso para despertar esta guerrera y lo siguiente es ponerla en acción, porque así es como se consolida, creando círculos virtuosos: pienso como=actúo como= tengo resultados como= actúo como…
Si hace falta como se dice en inglés, Fake it until you make it…Es decir, ¡aparenta estar en este estado hasta que lo consigas!
Y, ¿qué más?
Vamos a repasar unos puntos…
Pues es esencial que te adueñes del objetivo, que lo hagas tuyo. Que creas que es posible y que tú puedes lograrlo, no te mereces menos. (Aquí recordarte que no te enredes en proponerte objetivos que sean de otras personas, por muy queridas sean). Y que tengas claro que tienes que convertirte en ese “quien”….
Lo siguiente es que te comprometas con tu objetivo… No vale está motivada, porque la motivación depende de los resultados: si tengo los esperados, me motivo, y en caso contrario, me desmotivo. El compromiso es firme con lograr lo que te propones, llueva, nieva o salga el sol. (Como con los hijos: tú haces lo que toca por ellos, con o sin motivación, porque estás comprometida).
Que ante cualquier resultado las preguntas clave son: ¿qué funciona? ¿Qué no funciona? ¿Qué se puede mejorar? Nada de “pobre de mí” o “¿Por qué a mí?”. La vida es más sabia que tú.
Que enfoques tu atención en las oportunidades y en lo que puedes ganar, en lugar de ponerla en los obstáculos y en lo que puedes perder…Y que así te atrevas a correr riesgos, porque así es como se consiguen las cosas…
Que veas los “errores” como aprendizajes, sabiendo que nadie nace aprendido y es la práctica la que hace al maestro.
Y los obstáculos se ven como oportunidades para desarrollar o fortalecer aquellas partes de ti que están más debilitadas, a modo de músculos que se tienen que entrenar.
Que actúes, a pesar del miedo, que no sea un freno si no un compañero más de viaje que te indica que te acercas a tu objetivo.
Que encuentres un por qué y un para qué más grandes que tú, porque eso te va a dar un combustible poderoso.
Que tengas claro qué reino defiendes, qué vida quieres, con quién y con qué, así podrás defenderlo.
Que aunque a veces tengas dudas o un día gris, sigas adelante, sabiendo que todo pasa y que, ¡esto también pasará!
Y que busques ayuda si la necesitas y te muestres como eres, porque la vulnerabilidad te hace aún más fuerte.
Para hacer todo lo anterior, es necesario que te quieras y te valores, porque al salir a buscar tus objetivos va a haber tormentas externas (críticas, errores, juicios, etc) que te harán tambalear. Y no siempre tendrás el apoyo de los tuyos. Y si te importa demasiado el buscar la aprobación de los demás, te atascarás. Así que, ¡quiérete! Todo empieza por ti.
…
Y a ti, ¿qué te resuena más? ¿Cómo está tu guerrera? ¿Cómo puedes activarla aún más?
…
Si quieres dejar de lado los frenos y miedos que te están obstaculizando en tu emprendimiento, te invito a descargarte la guía gratuita, “Los 5 secretos para vencer tus miedos”, Especial emprendedora.
Ps: si sabes de alguna amiga emprendedora que se esté bloqueando por sus miedos y frenos, por favor, mándale este post… Dando es como más se recibe 🙂
Gracias, Gracias, Gracias!
Hola Cristina,
Pues va a ser que hay que estar atenta a la guerrera, para que sea un estado permanente en nosotras y no vaya y vuelva. La verdad que se nota cuando no está.
Creo que es fundamental la reflexión que haces al final acerca de quererse y valorarse, antes siquiera de dar cualquier otro paso. De otro modo, aunque estemos haciendo lo que toca en cada momento, nosotras mismas nos saboteamos, porque no nos creemos suficiente, etc. Me encanta la iniciativa del reto, porque creo que será muy útil para aquellas personas que empiezan y que no saben por dónde empezar a trabajar su propia mentalidad.
Gracias por la reflexión y por hacerme volver a pensar mi guerrera interior 😉
Hola Conchi,
Muchas gracias por tu aportación! Sin duda, hay que estar atenta a tener despierta la guerrera porque de ella dependen nuestros resultados y también la calma interior.
Nosotras mismas podemos ser nuestra mejor aliada o nuestra peor enemiga, de allí lo importante de entrenar nuestra mentalidad. Espero poder ayudar a muchas personas con esta segunda edición del reto, la primera fue mágica! un abrazo!
La idea de los miedos para mi son un motor más que un bloqueo, suelo tomarlos de frente, aceptar lo que estoy sintiendo, entender porque lo estoy sintiendo y de esa manera puedo sobrellevarlos.
No suelo correrle a los miedos, o tener miedo a tener miedo, se que puede ser que muchas personas no reaccionen así, pero así es como me ha funcionado.
Gracias por la reflexión, me hizo pensar.
una brazo!
Grabriela, muchas gracias por tu comentario, este enfoque que tienes de los miedos es muy poderoso… en lugar de frenos, son un motor, ¡te felicito! (y tomo nota 🙂
Siempre que no sea un miedo que ponga en riesgo tu supervivencia (aquí nos referinos hablamos de miedos-fantasma), la verdad es que sentirlo es una señal positiva de que estás haciendo lo que toca… Esa incomodidad te informa de que estás saliendo de tu confort para ir a por lo que deseas… un abrazo!
Cristina, un planteamiento muy bueno, en el que hay que ser conscientes de quienes somos, donde queremos ir y el camino por el que debemos ir. Muchas veces el estado de guerrero requiere de apoyo para que resulte mucho más fácil, me alegra saber que podemos contar contigo. Hay momentos en los que es difícil mantener la actitud, aunque sepamos que es lo que toca, y contar con ayuda es genial. Un abrazo.
Hola Raquel, muchas gracias por pasarte y comentar!
Sin duda, ¡conocernos es el primer paso! Esta actitud guerrera es esencial como emprendedoras y como todo hábito, es un entrenamiento, se puede favorecer. Contar con apoyo ( y recordatorios 🙂 es muy útil … jeje… Por eso insisto mucho … un abrazo!
¡Hola Cristina!
Tu post me ha servido para hacer una revisión de situaciones en las que me he sentido, o he sido, guerrera.
Ahora voy a hacer la lista de oportunidades que esa actitud me ha permitido alcanzar, creo que esto me ayudará a ser más consciente.
Muchas gracias por tus aportaciones
Un abrazo fuerte
Gracias por tu comentario Amaya! Me alegro mucho de que te haya servido para ganar conciencia, a veces esta guerrera se duerme y hay que recordarla… porque este estado estaba en nosotros en aquellos objetivos que conseguimos. Un abrazo y mucho ánimo!
Hola Cristina,
Me parece una entrada excelente, creo que me tengo que pasar más a menudo por tu blog, y por cierto, ya estoy apuntada al reto salta miedos 🙂
Yo estuve demasiado tiempo de avestruz pero creo que me estoy metiendo muy bien en mi rol de guerrera y no voy a permitir que decaiga. El objetivo esta ahí y no lo pierdo de vista.
Un saludo,
Cristina
Hola Cristina! Me alegro de que te haya gustado, y que ya estés en el Reto 🙂 La guerrera es necesaria si quieres lograr tus objetivos, hay que alimentarla y ejercitarla, es como un músculo que se tiene que entrenar… Yo también fui avestruz durante un tiempo y me creía guerrera (jajaj) pero al final despiertas porque como emprendedora la necesitas activa! un abrazo y hasta pronto!
Fake it until you make it.
Buenísimo, Cristina. Hoy necesitaba escuchar algo así, necesitaba saber y confirmar que sí, hay una guerrera en mí.
Así que, simplemente, gracias.
Sin duda Lara, esa guerrera está, aunque a veces se despiste/adormezca… Por suerte, la vida nos llama a filas, a vivir nuestra plenitud y a dar lo mejor al mundo, y siempre hay recordatorios en el camino 🙂 Vamos a por nuestros sueños! un abrazo
[…] Sí, es esencial que pases a la acción porque comprobarás que todo tu miedo estaba solo en la mente. Y te abrirás a nuevas oportunidades. Y, cada paso adelante, te refuerza y te ayuda a empoderarte para ir despertando la guerrera que llevas en ti […]