Está claro que puedes avanzar sola… ¡no hay duda! No es imprescindible un coach para lograr tus objetivos…

Pero, ¿por qué será que los mejores empresarios y deportistas de élite cuentan con un coach para dar lo mejor de sí?

Ya sé que soy poco objetiva, soy coach y creo firmemente en el coaching :)….

Desde que terminé mis estudios preuniversitarios me he enfrentado a diversos cambios vitales importantes. Para empezar me marché a la península para estudiar fisioterapia, algo que para mí de una isla pequeña fue un salto grande.

Más tarde  quise ir a Inglaterra para mejorar inglés y tras ahorrar un poco, me fui a la India sola a hacer un voluntariado en una ONG y me quedé trabajando allí…

Después de 6 años regresé a Europa dos años para otra vez volverme a ir a la India 5 años más. Tras terminar varios proyectos, sentí que era el momento de hacer otro cambio importante: Dejar la India y cerrar una profunda etapa de mi vida. 

Hasta entonces, me había apañado con mis propios recursos y con el apoyo de buenos amigos. Pero esta vez me enfrentaba a un gran reto: crear una nueva vida con sentido fuera de la India. Después de 13 años vinculada a un proyecto de desarrollo integral que tanto me había llenado y que había sido mi gran sueño de adolescente.

Me interesaba mucho el Coaching, había leído algunos libros y de manera informal había apoyado a muchas personas en situaciones difíciles a mejorar su vida o a lanzarse a vivir sus sueños. Aparte había una llamada hacia el yoga. Y junto con estas piezas, la necesidad de hacer un trabajo con sentido. Que ayudara a las personas. Que contribuyera a un mundo mejor.

No sabía por dónde empezar  a reinventarme y me paralizaba mi incapacidad para imaginarme una vida con sentido fuera de la India. Fue entonces cuando conocí a mi primera coach en un retiro de yoga,   algo “providencial”. Gracias a ella obtuve el impulso y la decisión para tomarme un tiempo sabático que tanto necesitaba porque estaba agotada (A pesar de que, ¡no me podía imaginar sin trabajar!).  

Empezamos el proceso de coaching y poco a poco fuimos desbrozando la tierra y trazando un nuevo camino. Logré crear una visión inspiradora de mi vida y empezar a dar pasos hacia ella.

Sé que sin Coach también podría haber hecho ese cambio, igual que otras veces lo había hecho. Pero con ella reconozco que fue más llevadero, y ahorré tiempo y “sufrimiento”  (desorientación, miedos, dudas, parálisis, frustración…).

Me formé y me certifiqué como coach. El siguiente paso  fue emprender como coach, un gran reto, toda una aventura y un profundo proceso de desarrollo personal. Otra vez supuso todo un cambio de paradigmas y enfrentarme a todo tipo de miedos, inseguridades y creencias limitantes. Muchos momentos de incertidumbre y de dudas. Éxitos y fracasos.  Todo ello amplificado al ser una persona altamente sensible (PAS, si no has oído hablar de este término).

De nuevo, contar con el apoyo de un Coach fue vital.  ¿Qué lo podría haber hecho sin? Claro que sí,  pero en compañía el camino se hace más llevadero y enriquecedor.

Cada proceso de Coaching me ha llevado a un nivel nuevo de conciencia, claridad y poder personal. Y si quiero predicar con el ejemplo y aplicarme mi propia “medicina”, quiero continuar teniendo un Coach que me acompañe en este fascinante viaje vital.

Porque creo que estamos en este mundo para desplegar todo nuestro potencial y añadir el máximo valor a nuestra sociedad. Bajo mi punto de vista, tener alguien que crea en ti y te recuerde que es hora de jugar “en grande” es clave para dar lo mejor de ti.

A la hora de enfrentarte a cambios, encuentras cierta o mucha resistencia porque vas a salir de tu zona de confort y te acechan todo tipo de miedos, inseguridades y creencias limitantes….  (Más mentales que reales, pero allí están y se sienten muy intensamente)

Por eso, estoy convencida de que es muy útil y muy recomendable trabajar con una persona externa experta, un coach:

-Que te ayude a identificar tus bloqueos y tus conflictos internos. Y que cuando tú digas “no puedo”, “no soy capaz”, te ayude a  identificar esa creencia limitante (“no soy suficientemente buena”; “No valgo para esto”;  “Hay miles de personas mejores que yo”; “Quién soy yo para hacer esto”; “si brillo, me quedaré sola”, “el dinero me va a cambiar”), o ese miedo profundo que te está frenando (“voy a fracasar, se reirán de mi, me van a rechazar”).

Tomar conciencia de qué hay detrás de tu bloqueo es un momento de “liberación”, un rayo de luz que entra en la oscuridad y te transforma…Eso que llaman los momentos “Aha”, en los que una comprensión superior te libera de esa cadena que te estaba frenando.

Así, ya puedes avanzar… ¡Acción!

-Que te impulse a tomar acción a pesar de los miedos, porque va a ver muchos momentos en los que aunque ames tu proyecto, y sepas lo que tienes que hacer, te tiemblen las piernas. Y sientas mucho mucho miedo, que parece tan real que te puede llegar a paralizar si no lo gestionas.

Allí tendrás una mano que te diga “salta y confía, que todo irá bien”.

O una mano firme que te de un “tirón de orejas” para que te dejes de procrastinar y te pongas en marcha…

La mayoría de las veces lo magnificas en tu cabeza porque una vez que te has puesto en acción has visto que no era para tanto,  ¡el cielo no se cae!…

-Que te cuestione tus “verdades absolutas”. Es muy enriquecedor  (y muy sano) ver cómo cosas que tú das por hechas según tu mapa mental y tu realidad, otra persona puede tener una visión completamente distinta. Y lo que tú ves como un obstáculo, para tu coach es claramente una oportunidad.

Creamos nuestra realidad según percibimos, con nuestras creencias de base, y ¡no al revés! Hay visiones de la realidad empoderadoras y otras limitantes. Entrar en contacto con el “mapa” de otra persona sacudirá el tuyo y  te hará más libre.

-Que cuando tu dudes de ti y de tu capacidad, crea en ti más que tú y sea capaz de ver tu ‘grandeza’, más allá de ese ‘pequeño personaje’ que te has creado, recordándote que eres un ser divino y lo mucho que vales. Y que mereces todo lo bueno que la vida tiene que ofrecerte.

-Que te cuestione cuando tú misma te engañas, te cuentas historias y te justificas para no salir de tu zona de confort y hacer lo que en verdad quieres hacer… O directamente no tienes la perspectiva de ver más allá del problema que te invade. ​

“No puedo porque no estoy preparada”, “Ahora no es buen momento”, “Tengo que formarme más”, son algunas de las excusas que te pones y que tú ‘las compras’, pero no una persona externa.

Me entra la risa mientras escribo y recuerdo la cara de sorpresa que pone mi coach cuando le cuento mis ‘historias’ para no hacer lo que toca… Se le abren los ojos como platos…

Yo me las creo pero desde fuera se ve claro que me estoy engañando. Y ahí está mi coach para darte un toque…

Como decía Einstein, “Los problemas no se pueden resolver en el mismo nivel de pensamiento en que han sido creados”.

“Los problemas no se pueden resolver en el mismo nivel de pensamiento en que han sido creados”. Einstein Clic para tuitear

-Que te ayude a crear esa mentalidad ganadora y esa nueva identidad fuerte y poderosa capaz de lograr esa meta que tanto deseas… Apoyándote para dejar atrás a la víctima o el avestruz, y dar paso a la guerrera comprometida. Activando el ingenio y creando estados emocionales que te impulsen a la acción.

En definitiva, para que te transformes en la persona capaz de tener el objetivo.

Porque primero es SER y después TENER. ¡No al revés!

-Que te recuerde tu compromiso con tu ‘gran porqué’ y con tus metas, aún en las horas bajas.  Porque habrá momentos en los que desees  rendirte…  Allí estará tu coach para inspirarte y recordarte lo importante.

-Que te obligue a rendir cuentas sobre tus metas, porque es muy fácil dispersarse y perder el foco, y que tus proyectos se queden sólo  en buenas intenciones. No querrás faltar a tu palabra y a tus compromisos.

Por otro lado, el hecho de pagar a un coach hace que tú tengas algo más en juego.  Te ha “dolido el bolsillo” y eso crea un nivel mayor de compromiso.

 -Que te apoye en este proceso de crecimiento, porque tú proyecto emprendedor o tus metas, progresarán en la medida en la que tú crezcas. Por eso es importante invertir en ti. Como te decía antes, primero es ser y después tener.

Si además tu coach ha pasado por tu misma situación, podrá apoyarte con más conocimiento de causa.

Puede emprender un proyecto personal o profesional en soledad. ¿Pero es lo que quieres? ¡Yo tengo claro que prefiero ir acompañada!

Si te sientes bloqueada busca ayuda. Hay muchos profesionales a tu alcance. Quien más te resuene. Pero no te pases un año más estancada… ¡El tiempo no se recupera!

No tienes que hacerlo todo sola. Pedir ayuda, ser capaz de ser vulnerable, es de valientes…

Además como dice un proverbio africano, ‘Si quieres ir rápido ve sola, pero si quieres llegar lejos, ve acompañada’.

Me encantaría que me contaras en los comentarios cuál es tu experiencia de trabajar con un coach, cómo te ha ayudado y si lo recomiendas.

Yo lo tengo claro, ¡pon un coach en tu vida!

Como decía al principio: ¡por algo será que muchos empresarios y todos los deportistas de élite  cuentan con ellos 🙂

Si estás emprendiendo y tus miedos te están bloqueando, quiero invitarte a echarle un vistazo a mi nuevo programa de acompañamiento BeYOU para que creas en ti misma y actives tu proyecto!

¿Bloqueada por tus miedos?

Programa de acompañamiento para emprendedoras BeYOU (Believe in Yourself)…

¡CREE en ti misma y activa tu proyecto !