Durante 6 años trabajé en varios departamentos (rehabilitación, apadrinamiento, comunicación) y descubrí que aunque te formes en una disciplina, puedes hacer otras muchas cosas. Mi sed de aprender no se acaba nunca, así que trabajar en distintas aéreas fue muy enriquecedor. Al final de este periodo entendí que las buenas intenciones no bastan y me tomé un año para estudiar un máster de gestión de proyectos humanitarios. Al completar la formación, creí que había llegado el momento de volver a España y tener una vida “normal”. Surgió un trabajo también dentro del mismo sector social y durante un tiempo disfruté de este nuevo reto…. Pero si era sincera me faltaba algo: en el fondo de mi corazón anhelaba volver a la India. Y ten cuidado con lo que deseas porque, ¡se hace realidad!
Un día llegó una inesperada llamada de la India diciendo que había un proyecto nuevo dentro del departamento de VIH/SIDA para dirigir y yo podía ser la persona adecuada. Salté de alegría. Era la alegría del corazón. Así que hice las maletas de nuevo con todo lo que conlleva y pasé otros 5 años más al frente de este proyecto de VIH/SIDA y de otros temas de captación de fondos y de asistencia a la dirección. Fue una etapa muy profunda y a veces dolorosa, pero con mucho sentido y propósito.
Tuve la suerte de trabajar muy de cerca con Vicente y Anna Ferrer, los fundadores de la organización, algo que sin duda me marcaría. De ellos aprendí el poder de la acción y del compromiso con los demás. Ellos soñaron en ayudar a miles y miles de personas a tener una vida mejor y lo consiguieron. En un lugar remoto. Empezando de cero. Sin medios y con una gran determinación. Nada es imposible.
Por otro lado, fue muy profunda la experiencia de estar en contacto con las comunidades rurales de la India, sus retos y sus esperanzas. Y también con cientos de voluntarios y visitantes occidentales que viajaban al país con su mochila llena de inquietudes espirituales. Eso me permitió conocer de cerca el sufrimiento de las personas, tanto a nivel físico como espiritual.
Aires de cambio.
Aunque mi trabajo me llenaba muchísimo, llegó un momento en el que sentí cierto agotamiento. Vivía para el trabajo y eso no es sostenible por mucho que ames tu profesión. Comprendí que había llegado el momento de pararme si no quería enfermar. Aunque era difícil imaginarme fuera de la India, tenía que hacerlo. Tal vez había llegado el momento de escuchar un sueño que llevaba unos años gestándose: ser coach.
Me apasionaba la idea de ayudar a las personas a desplegar su potencial y a cumplir sus sueños. Mi vida había estado marcada por un sueño y no siempre fue fácil seguirlo.
Dejar un trabajo fijo y una vida que te llena por algo que no sabes muy bien qué será es emocionante y también vertiginoso. Reinventarte de pies a cabeza requiere un salto de fe. De nuevo tenía que confiar en la vida. Pero sabía que no tenía escapatoria. Sabía que una vez escuchada la llamada del corazón, no hay vuelta atrás. ¡Sólo queda ponerse manos a la obra! Por primera vez, contar con mi propia coach fue muy útil para vencer toda clase de obstáculos.
Y me convertí en una Coach…
Me tomé un tiempo sabático para estudiar, cargar pilas y viajar. Necesitaba expandir mis horizontes, había sido muy feliz pero durante muchos años mi vida transcurrió en un pequeño universo.
Fui a EE.UU. para formarme en una de las escuelas pioneras de Coaching y allí empezó la nueva aventura.
No sólo aprender de coaching si no también de otras materias necesarias para trabajar por tu cuenta. Además tenía la tarea de “reintegrarme” en la sociedad occidental. Y el darme permiso para abrir las puertas al amor, que llegó cuando menos lo esperaba. ¡Cambio y más cambio!
Sé lo que significa estar en proceso de cambio y lo difícil que puede llegar a ser seguir el camino del corazón. Por eso me fascina el coaching como instrumento de auto-exploración y de acción hacia una vida plena y abundante. Una vida alineada con tu potencial, tus valores, tus sueños y tu necesidad de contribuir al mundo. Estoy convencida de que el mundo sería un lugar mejor si cada persona se atreviera a escuchar su corazón.
Yo misma he podido redibujar mi vida gracias al Coaching.
Pasión por los sueños y por los profesionales independientes.
De repente en mi ser interior algo comenzó a rebelarse y la libertad se convirtió en una necesidad vital. Así que opté por emprender y tener la posibilidad de organizar mi vida y trabajar desde cualquier país. Además, coincidió que me encontré con muchos profesionales independientes que trabajaban demasiado y no lo monetizaban lo suficiente. Muchas veces por creencias limitantes, por falta de estrategia o por falta de claridad. También experimenté yo misma las dificultades de emprender y trabajar por tu cuenta. Algo se alzó en mí y creé www.coachingfreelancers.com.
Por otro lado, mi pasión por el camino del corazón y los sueños de las personas, con la dificultad que conlleva muy a menudo tener que tomar decisiones en contra de lo establecido, me llevó a crear www.larevoluciondelcorazon.com
Para mí cada persona es única. Todos tenemos una historia personal que vivir y nuestra manera de hacer que esta sociedad avance. El mundo necesita pequeños y grandes gestos para convertirse en un lugar más justo y más humano. Tú tienes tu papel. Nadie más lo puede hacer por ti. Sin tu contribución habría un vacío en el universo.
